Noctámbulos (I)

Tal y como comenté en la entrada titulada Dos Animales, la gente de Cosmopoética, por mediación de La Bella Varsovia, nos propusieron a Nazaret Castro y a mí que trabajáramos juntos para, finalmente, acabar recitando mis poemas y proyectando sus diseños en el Jazz Café, ayer mismo, a eso de las 23:30 de la noche.

En primer lugar, agradecer a los que asistieron y soportaron mi lectura (envuelta en la misma fiebre que sigo teniendo hoy), a Alejandra Vanesa por la presentación y a Nazaret, por supuesto, por todo ella.

Cumpliendo lo que prometí, os dejo el resultado de esta extraña simbiosis entre los dos, a modo de conversación. Comenzamos con un poema mío, al que Nazaret responde, y así sucesivamente.

Se me va a parar el corazón
probablemente esta noche.

No hay vino suficiente
para transformar el fluido en sangre
y las ratas en palomas.

Ella decidió que era
un perro de presa.
Decidió que era el momento
de pintar mi baile
con los mismos colores
de siempre.

Se me va a parar el corazón
puede que esta noche.

Si solo fuera lo que hago...

Ella decidió hacerme
un cepo mortal, y se miró la herida
y casaron los dientes
y, al grito de ¡eureka!
desterró la fotografía
de mi cabeza.

No te hagas ilusiones.
Ella no se hace ilusiones.
Yo no puedo hacerme ilusiones.

Sin saberse oro,
sin saberme viejo mellado
que sacude la criba a la orilla
silencia por un momento
la mutación de mi cuerpo
de tristeza en las esquinas de los párpados
a ganas de dar hostias.

Se me va a parar el corazón
seguramente esta noche.

De esto ya hemos hablado
otros días y en otras aceras
pero propones seguir la charla
desde donde calló abatida.

¿No has reparado
en que será un espejo de la anterior paliza
y que de nuevo vendrá
una era de silencio?

Se me va a parar el corazón
con seguridad esta noche.

Y no va a haber vino en el mundo
que detenga la construcción
de la torre cerrada.

Se me va a parar el corazón
esta misma noche
con tal de que entienda
que hay malas formas,
poco elegantes,
que convierten la mesita de café
en lecho demencial
y que hablar de follar no es
cuestión de macho, fusta y cojones
sino lo aprendido
acerca del infinito amor
que se puede -que puedes-
destilar de la cólera.

Se me va a parar el corazón
en este momento.

Y abriré los tendones
y esquivará el tacto
y será el fin del juego
como cada martes.

Se me va a parar el corazón.

Yo seré demasiado hombre
y ella será
demasiado contraria.


Imagen: Annymal - The origin of toasting

6 comentarios:

Maite dijo...

Creo que es lo mejor que has escrito, aunque no sé bien si el texto es tuyo en su totalidad. Me alegro muchísimo de que hayas tenido tu sitio en cosmopoética, te mereces estar allí sin duda, y en cualquier sitio de suficiente nivel. Sigo creyendo en ti aunque no te lo parezca, aunque haya dudado de ello en alguna ocasión. Sé que puedes escribir cosas maravillosas. Un abrazo sincero. Enhorabuena.

Maite

Juan Pablo Herencia dijo...

Gracias por los elogios y por tu confianza (casi) continua.

Sí, el texto es mío en su totalidad. Nazaret se encargó de las ilustraciones y mantuvimos un formato conversacional (yo escribo, ella responde con ilustración, yo respondo a esa ilustración con un texto, ella responde a ese texto...)

Me alegra que te haya gustado, significa mucho para mí que así sea.

El panorama poético, además de ser elitista y reducido, está bastante copado por los y las de siempre, así que no sé yo si me querrán en ese ranchito y, por otro lado, si yo quiero estar realmente.

Besos.

nazapank dijo...

Pocas cosas he hecho que terminasen tan bien. Normalmente ocurre justo al contrario:los comienzos estupendos y los finales algo menos. Así que, como te dije y te vuelvo a decir, esa noche la recordaré como una de las mejores.
Gracias, Juan Pablo.
Un beso.

Juan Pablo Herencia dijo...

Lo nuestro suena a flamenco antiguo. Estamos condenados a estar juntos, sea como sea y sea de la forma que sea. Pocos confiarán más en tí que yo, pocos estarán más seguros de tu talento, y pocas tirarán de mí con tanta fuerza hacia la creación, alejándome de mi incercia hacia el reposo.

Gracias a tí por desafiarme y, supongo, por no contestar nunca de forma directa.
Un besazo, preciosa.

Rambeat dijo...

Increíble el trabajo de los dos. Me quedé con ganas de verlo.
Un abrazo, Carlos.

Juan Pablo Herencia dijo...

Gracias, Carlos.

Voy a colgar la tercera y última parte de nuestro trabajo en Cosmopoética.

Espero que te guste también.