Viridiana


Un último consejo
al joven que viene
a ocupar nuestro espacio:
Extrema.

No te quedes
en ser el raro, 
la excepción que pide
a gritos
el tratamiento, la reeducación.

Sacúdete hasta salir
fuera de los bordes del tablero y más allá y lejos del juego y tan lejos
que no cuenten contigo porque les rompes
la estadística.

No seas pobre, se miserable.
No bebedor, loco.
No violento, animal salvaje.
Contempla la partida de ajedrez desde el lago
e incluso el lago desde un mar de lava.

No enseñes a los demás. Desaprende
y conviértete en inculto como el estilita.

Mira mi vida
y llévala al extremo
y sal del extremo.

Haz lo que yo no he podido,
cumple el deseo
de todo padre, hijo mío.

¿De dónde viene la arcilla?


Compañeros de generación, estoy
recibiendo a vuestros hijos cuando ya
han cortado los lazos con vosotros y
los habéis dejado hechos una mierda que
pretenden que yo arregle ahora.

Esa será la risotada cruel 
tras tantos años
de soportar vuestras burlas
y el cachondeito tal y como lo llamáis cuando os disfrazáis de graciosos.

Los habéis jodidos bien
llenando sus cabezas de salves y cadenas
y yo engendraré a mis hijos
en sus cabezas; 
los haré mejores. 
Os joderé el plan
que tejíais para destrozarnos
y hacerlos desgraciados.