La edad de la caverna




 

Cuando el hombre era nómada
y mitad lobo
moría antes de cumplir los treinta.
Luego vino el fuego,
el fuego fuera del bosque,
el fuego dentro de las casas
y las casas mismas
con sus techos de piedra
y sus suelos de piedra
que separan del aire y la tierra
las pétreas plantas de los pies.
Y, a partir de ahí, el control del animal
y la domesticación de las especies;
un acuerdo con la Madre Tierra
para quedarse más tiempo,
para morir más tarde,
para morir más viejos.
A partir de los treinta, la vida,
no debiera ser, es un acuerdo,
una negociación, una súplica obscena
que no debiera ser.
Estoy saliendo de la edad del cazador
y entrando en la edad de la caverna.
Yo ya debería
haber prepararado mi epitafio.

Música: Bon Iver - The Wolves (Part I & II)

Ilustración por cortesía de Daniel Sergio Pardo, del colectivo DAZIBAO

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pues cuando tengas 43, hazte una idea, no se está tan mal, hay internet en la caverna

polo dijo...

Sabes que a mí me gusta mucho este poema. Y su versión en lengua inglesa, también (jeje).

Es verdad: a los 45 tampoco se está mal y, para entonces, creo que no verás que haga falta escribir tu epitafio.