Autoayuda

Los libros de autoayuda y el club de la comedia.
Todos asentimos como los antiguos perros de goma de detrás del coche.
Es cierto porque ocurre. Es gracioso porque pasa.
250 páginas para contarme qué es lo que me pasa con palabras que yo pueda entender.
2 horas de programa para contarme lo que hago cuando salgo de marcha.

Tengo un problema.

Nadie me dice qué he de hacer.
Nadie me propone una posibilidad de solución.
Ningún libro de autoayuda se moja.
¿Y si se moja y falla?
Mejor mantenerse en la orilla, señalando el agua, diciendo "eso es agua".
"Me gusta este libro, porque habla del agua y yo he visto el agua y dice cómo es el agua que yo he visto".
Dentro del agua hace frío.
Ayúdame a salir.

6 comentarios:

Naz dijo...

Te ha quedado muy Palahniuk la entrada. Frases cortas y ese verbo machacando al adjetivo.

La definición de autoayuda ya lo deja claro: sírvete tú mismo. Los hay que ofrecen ayuda sin necesidad de demasiada acción por parte del lector, pero creo que se llaman biblias.

Sea como fuere: pensemos en luchar que ya habrá tiempo de curarse.

Un beso

Juan Pablo Herencia dijo...

Hola, Naz! Las alegrías del blog.

¿Palahniuk? Ojalá. Largo me lo fiais, pero se agradece.

La autoayuda, la palmadita, proporciona un alivio momentaneo e instantaneo y eso, desgraciadamente, nos hace la vida imposible a los que vamos con acciones por ahí. Nadie quiere ya al viejo artesano, sino al nuevo publicista. Nada de luces que quemen con la exposición prolongada, sino flashes que deslumbren y se pierdan pronto.

Besos. Se te quiere (así asusta menos).

Anónimo dijo...

Mi querido Pablo...

No creo que todo el mundo (osea Nadie según tú) quiera a un publicista...puede que algunos...o puede que no...ahora que lo estoy pensando me pillaré un libro de autoayuda.

Un saludo desde algún lugar del mundo

Juan Pablo Herencia dijo...

Hola, Anónimo.

¿"No todo el mundo" es, según yo, "nadie"? ¿De dónde se supone que has sacado eso sobre mí?

Lo del publicista no era, por supuesto, en sentido literal, aunque algo de eso hay.

Uf, qué poco me gustan los comentarios no firmados. Se pierde contexto y pasan de ser crípticos a, simplemente, imposibles.

Un abrazo desde este lado.

El Cinéfilo Ignorante dijo...

.
A mí también me atraen esas frases cortas y esas preguntas retóricas.

¿Autoayuda? ¿Cómo que autoayuda? Si el libro en cuestión estuviera escrito por uno mismo, entonces sí sería Autoayuda.

No es el caso. Esas cosas de las Zonas Errónas creo que no se mojan demasiado y, además, fallan.

Bien. Haces pensar.

Saludos con abrazo.
.

Juan Pablo Herencia dijo...

Gracias, polo. Es una alegría recibir tu crítica positiva, igual que me ocurre con la de Naz. Eso sí que es un chute de autoestima.

Los dos (incluso me aventuraría a decir que los tres) sabemos un rato de libros de autoayuda, de literatura y de creación en general. Yo me agarro a vosotros y que se hunda el barco cuando le de la gana.