幽玄 (Yūgen I)

Porque reconozco la maravillosa evolución en la naturaleza hasta lograr organismos como este, sonrío siempre que un creyente me dice que el universo, para un escéptico científico, es un lugar triste.
Triste es necesitar un dios para dejar de pensar cuando cada ser nos pregunta "¿pero, imbécil, tú has visto lo jodidamente maravilloso que es el universo material?".

Porque se me pone la carne de gallina de excitación cuando pienso en todo lo que no conozco y me falta por aprender, no necesito "algo más allá de este mundo".
Porque la idea de la fe coarta esa excitación y la necesidad de aprender que surge de ella, no quiero "sentir la presencia de algo divino".
Porque conozco el glaucus atlanticus, no soy "espiritual".
Porque no necesito inventarme nada para que mi mente explote de gozo, no creo en dios.

Y tú, que miras el dedo que señala a la luna, no sabes lo que te estás perdiendo.

2 comentarios:

Mario dijo...


Totalmente de acuerdo contigo.

Juan Pablo Herencia dijo...

El universo, a lo grande y lo pequeño, es tan completo...
Pero recuerda que la mayor parte está fuera, así que ¡salgamos a conocerlo!
Yo propongo a pie, en bici y en moto.