Ceci n'est pas une lune


Tengo que hacer una foto.

Si es bello, no hay que vivirlo, hay que congelarlo.
Hola, soy un artista de la taxidermia y
tengo que hacer una foto.

Para lanzarla en la botella al mar y que todo el mundo la vea.
Todo el mundo.
Si no es todo el mundo no vale.

Yo he estado allí.
Siglas talladas en cada árbol.

Tengo que hacer una foto.

Que no se me ocurra jamás
explicar cómo era el olor de las cosas
que he visto.

Tengo que hacer una foto.
Tengo que hacer una foto.

Congelar cada cara y cada ave
y decir qué bonito y que signifique
menos que mierda.

Tengo que hacer una foto.
Tengo que hacer una foto.

Que no se me ocurra jamás
escribir cómo sentí aquel momento
con una variedad de detalles
tan inmensa
que regale un billete de ida de un segundo.

Es mil veces más importante
el dedo que señala.
El sobrecogimiento de las Mil Islas
mide menos
que la roña bajo la uña que las apunta.

Tengo que hacer una foto.

¿Las has visto?
Mira, con esta tarjeta
puedo almacenar hasta docemil.

10 comentarios:

Maite dijo...

Leí esta entrada en su momento, yo también le tengo respeto a las fotografías. Y sabes también que les tengo temor y que un poco por ese motivo voy borrando cosas de las que hago. También me gusta hacer muchas cosas y que nadie lo sepa. Te sigo recordando. Besos

M.

Juan Pablo Herencia dijo...

Tengo una amiga, o creía que la tenía, que tiene pánico a capturar sus momentos porque teme, si los fija, no poder arrepentirse después.
Siempre estamos de discusión por eso, pero la verdad es que puede que esa obsesión por fotografiarlo todo con la excusa de que ya no hay que revelar las fotos sea el reflejo de que hay personas que no tienen pensado cambiar ni un poquito ya en toda su vida. Seguirán teniendo el mismo tipo de fotos en su facebook cuando tengan cincuenta años.

No suelo encontrar personas que vivan la vida, pero si muchísimos fotógrafos de la delgada piel de plástico que le han puesto por encima.

Un beso, Montaña.

Maite dijo...

Yo estoy de acuerdo con ella en eso. Aunque en vez de arrepentirse es más bien cambiar de opinión. De todas formas no me preocupa mucho porque sé despegarme de las cosas que hago o digo. Y hablando de fotos, me encanta la tuya, pareces un monje zen y tienes una sonrisa preciosa.

Mil gracias por escribir.Un beso

Juan Pablo Herencia dijo...

Gracias por los comentarios y por el piropo de la foto. Es la que va a ir en la página web del grupo de terapeutas y la ha hecho Juan Luís Gill, actor, artista y amigo.

Por cierto, tres de mis pacientes van a intentar hacer la rutina de entrenamiento que has colgado en tu blog. Les parece muy buena idea cuando se los he comentado. Están muy motivados. Gracias por compartirla, que sepas que eres su inspiración.

Un beso.

Naz dijo...

No logro establecer esta relación "puede que esa obsesión por fotografiarlo todo con la excusa de que ya no hay que revelar las fotos sea el reflejo de que hay personas que no tienen pensado cambiar ni un poquito ya en toda su vida". Supongo que tendrá todo el sentido del mundo en su contexto, pero después de leer tu entrada y los comentarios, se me escapa. Hay muchas razones para elegir fotografiar un momento, un detalle o un lugar, y es que otra persona encuentre en ellos la libertad de hacerla suya. De reinterpretarla y de imaginar qué ocurría en ese momento para que otra persona quisiera no solo "congelarlo", sino compartirlo. Aun así, considero que vivimos en un momento tan sumamente saturado de información o de desinformación, que hay que pensarse un par de veces (o tres, o cuatro, o veinte), si realmente es necesario enseñar o si quizás es el momento de sacarse el dedo del ombligo y meterlo en el de los demás. Echo de menos cierto equilibrio.
Un abrazo.

Juan Pablo Herencia dijo...

Hola, Naz. Qué alegría volver a leerte por aquí.

Si acepto la relación entre escribir/crear/fotografiar algo y la dificultad para retractarse de lo que se ha escrito/creado/fotografiado, supongo que una de las ideas que permite a alguien fotografiarlo todo, tener que dejar constancia constante, es el convencimiento de que siempre va a ser igual.

De todos modos la idea de partida no es mía (¿de verdad no te suena?) y no es más que una reinterpretación forzándola para ver si logro entender esa costumbre de fotografiarlo todo.

Igual que hay tipos de escritos y tipos de cuadros, hay tipos de fotos. Lo que subyace una creación no tiene por qué tener nada que ver con lo que hay debajo de una posible necesidad de hacerle fotos a todo.

¿Nunca te has encontrado en la situación de, harta ya, tener que plantear un "y esto a quién le importa"?
Eso, por supuesto, no debe ni va a influir en la conducta de aquel que comparte las fotos, y ya te digo que así debe ser, pero comentar estas inquietudes "en voz alta" me ayuda a darles su lugar.

¿De verdad es necesaria una foto de Kylie Minogue en concierto tomada desde la fila noventa y ocho? ¿De veras se necesita hacer una foto para decir "he estado ahí"? ¿No tiene eso que ver con lo de tallar nombres en la corteza de los árboles?

No sé a los demás, pero me molestan los flashes en pleno concierto y las letras en la madera me dificultan ver el árbol como lo que es. No me gusta demasiado el rastro del humano.

Echo de menos hablar contigo.

Anónimo dijo...

Bonita reflexión.

Es cierto conozco a gente que tiene 300 fotos en una noche, y la verdad si en 6 horas haces 300 fotos, me pregunto cuando hablan o peor cuando se comunican. Todos con la misma cara de G,,, en fin la cara forzosa que se pone en dichas fotos.

La verdad es que sin embargo hoy me ha pasado algo curioso que me hubiese gustado fotografiar o oye ya puestos, hacer un video.

Mientras me dirigia al baño se ha caido una moneda al suelo mientras meaba, (perdona por la expresión) y curiosamente después otra y otra hasta 5. He llegado a creer que era maravilloso,,,

La triste realidad fue otra,simplemente hace falta un dia de verano, ir en bolas y que antes se tehayan vaciado los bolsillos en el sofa...pero oye ha tenido su encanto

Por desgracia no pude congelar para la humanidad ese magnífico momento

Lo que yo te diga 1000 fotos para nada...

Un saludo pablin...desde un sitio donde no quisieras entrar

Juan Pablo Herencia dijo...

Hola, Anónimo.

¿Pablín? Te agradecería que no. Juan Pablo, si no te importa (reitero que lo digo sin acritud).

Si se te caen las monedas mientras ibas al baño y mientras meabas, ¿debo suponer que ibas meando hasta el baño? ;-D

Para capturar un momento sublime, o al menos esto creo yo, hay que estar preparado para reconocerlo y, además, tener la habilidad o el oficio para plasmarlo. Es lo que ocurre, por ejemplo, con los poemas o, más concretamente, con los haiku que, ahí donde los ves, no son mera inspiración plasmada en el papel en un plis-plas. Necesitan la capacidad de vivir, de experimentar el momento, y la habilidad, el oficio y, sobre todo, el tiempo para digerirlo y expresarlo.

En una conferencia escuché decir a Felipe Benítez Reyes que la poesía no se escribe cuando se está experimentando la emoción, sino dejando una distancia, cuando una ya la ha vivido y, entonces, puede utilizar el lenguaje y todo el talento/oficio que tenga para plasmarla adecuadamente.

Mis peores poemas han salido de la pluma de un escritor emocionado. Los mejores, de una persona que se emocionó, lo vivió y, posteriormente (no especifico el tiempo) se puso a escribirlo.

Bukoski no escribía sobre la carrera de caballos que estaba viendo. Escribía sobre la carrera de caballos que ha vivido.

¿Desde un lugar donde no me gustaría entrar?
Pues puede ser la cárcel (siempre que sea contra mi voluntad) o un lugar muy caluroso (llevo mal el calor).

Sea desde donde sea, gracias por el comentario y espero que te sea leve.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Que listo que eres...

¿no te gusta la carcel?, oye pues ahí casi le das...en fin lo malo que alli no hay internet, así que es poco probable.

Por cierto a mi si me ha parecido sublime ese momento. Felipe Benitez seguro que tiene razón, aunque tengo mis dudas acerca de que en un momento emocionado salgan malos poemas, me parece reduccionista y muy opinable. Aunque si es evidente que no se puede escribir a la vez que se vive una emoción...digo yo vamos...mas que nada porque pierde un poco el hecho propio del sentir dicha emoción, pero démosle unos minutos...solo eso,creo que se acercaría mas a la sensación vivida.

Por cierto me gusta bastante lo que escribes, "Pablín" sin acritud,

Buenas noches, desde un mundo, no se diferente...

Juan Pablo Herencia dijo...

Hola de nuevo, Anónimo.

Me alegra que te guste lo que escribo.

Un buen poema, como un buen trabajo, necesita de la mayor cantidad de recursos posible, es decir, que los recursos del que escribe estén preparados en el momento de la acción. De hecho, creo que si escribes un buen poema en medio de la emoción puede ser señal de que no la estás viviendo del todo y que, además, puedes escribir todavía mejor.

Ya que estoy con las citas no textuales, recuerdo a David Lynch comentando algo que a mí me dejó interesado. Él mantiene que, para crear, hay que haber dormido bien, haber comido bien, estar relajado y equilibrado. No está, para nada, de acuerdo con eso de que hay que estar continuamente sufriendo para crear. Y lo dice un fabuloso creador que ha encontrado el equilibrio en la meditación (lleva más de 30 años meditando, si mal no recuerdo) con una obra que cada vez es mejor.

Ahora, como dice el refrán, "el bebedor fino, primero agua y después vino", es decir, resolver el dolor y después disfrutar de hecho creativo, sin intentar crear sumergido en el dolor.

Sea como sea, me sigue dejando alucinado que vayamos acortando tanto nuestra memoria con la necesidad de todas esas fotos de todos esos segundos de unas vidas cada día más parecidas entre ellas.

Un saludo.