Variaciones genéticas de la mosca de la fruta (II)

Suda sangre,
¿será imbécil?
Y ni tan siquiera sabe
constreñir las arterias.

Variaciones genéticas de la mosca de la fruta

A quien le interese:
no vengas y, si puedes, vete.

Elige soltar, no agarrarte,
la belleza está en el salto del columpio
y no en agarrar el extremo contrario.

En el aire
en el aire libre
libre en el aire.

¿De qué materia están hechos
los algodones que rellenan
estos muñecos que viven
en las casas cercanas a la mía?

En mi ciudad te pudres si te mueves
y te pudres si te paras
y solo no te pudres
si haces de ese hedor tu colonia
y la compras.

Me he equivocado:
este invierno no solo no pasaré el río solo
sino que ni tan solo pasaré el río.

Mientras decido en qué orilla
vivo
-si en la que relleno
o en la que deseo,
porque soy
obcecado y enfermo de tristeza y cariño-
dejo las herramientas de hacer puentes
y te  mando a la mierda,
a ti y a tus ganas de cruzar.

¿Quieres?
Cómprate un puto barco
y a ver qué haces cuando te enfrentes
a la corriente.
Nunca habrás llegado
tan lejos.