Ojodelobo

Puede que sea saturación.
Escucho una cantidad de música gigantesca. La escucho de veras. Y veo películas, muchas películas.
Leo casi todo lo que cae en mis manos.
Soy una desbrozadora y, tras el césped superficial y los hierbajos, todo lo que encuentro me aburre soberanamente.
Cada vez me cuesta más trabajo hablar de la música que me gusta con los demás y me limito a hablar de la música que me gustaba.
Nada me excita. O casi nada me excita.
En ocasiones encuentro a un Ben Frost, un Akira Rabelais o un Vladislav Delay, incluso, que me hacen plantearme que otra forma es posible.

Quiero llenar mi casa en el campo de máquinas extrañas que generen sonidos nuevos y que pueda controlar con mis manos.
Y tengo que hacerle sitio a mi vieja guitarra Gibson y a mi nuevo amplificador Fender en todo esto.

Me cuesta muchísimo volver a tocar en grupo, volver a improvisar. Toda jam session supone, con los músicos que me rodean, doblegarme y hacer que valga más mi deseo de contacto humano que mi deseo de experimentación.

Todo esto va a cambiar. Voy a ponerme manos a la obra en cuanto vuelva del siguiente viaje. Puede que incluso antes.

Lo que me faltaba. Para el perro más solo del mundo, la experimentación es la más solitaria de las casetas.

De qué hablo cuando hablo de montar

Hay una llamada íntima y preciosa en todo lo solitario, en el contacto directo y silencioso con las cosas.
Sobre la bicicleta, entrenando para hacer el camino de Santiago sobre dos ruedas con mi hermano, recordando al Santiago de "El viejo y el mar" y su respeto por el dolor y la fuerza.
Sobre el caballo, explicándole con el cuerpo y en silencio qué es lo que quiero que haga y agradeciéndole también en silencio que quiera trabajar conmigo y que, tras bajarme de su lomo, se acerque a mí para mostrarme el mismo cariño que le tengo yo.
Sobre la moto, aprendiendo a controlar la marea de mi cabeza que hace, en ocasiones, que me olvide de mi cuerpo, que es lo único que tengo. Preparándome para, algún día, poder hacer Córdoba-Varsovia (sí, por fin he aprobado el carné).

Montar solo y en silencio para poder acercarme más y mejor a los demás. Aprender a meditar sobre mi montura. Desplazarme sintiendo el desplazamiento. Conocer.